Desafíos tributarios en la era digital
En esta era, los desafíos tributarios se han vuelto cada vez más relevantes. La rápida evolución tecnológica ha transformado la forma en que las empresas operan y generan ingresos. De este y otros restos se habló en la charla de la Dra. María de los Ángeles Jáuregui denominada "Cambio de paradigma en la tributación en la era digital" que se realizó en el marco del V Encuentro Internacional EAN 2023.
En la charla se trató sobre los desafíos tributarios en la era digital y se mencionó la importancia de abordar la normativa relacionada con la tributación de los modelos de negocios digitales, como Google, Apple, Amazon y Facebook. Por otro lado, se describió el proyecto BEPS de la OCDE y el G20, que busca reconocer el poder tributario de las jurisdicciones donde se generan ingresos y valor económico; y se hizo alusión al cambio de paradigma en la tributación internacional con la mencionó el acuerdo multilateral de la OCDE sobre los dos pilares, que busca distribuir la base imponible mundial y establecer un impuesto mínimo global. También se describió la forma en la que diferentes países han aplicado impuestos a los servicios digitales, y se planteó la propuesta de incluir estos servicios en el impuesto a las ganancias con mayor progresividad. Asimismo, se abordó la incertidumbre en torno a la aprobación del acuerdo y se mencionó la necesidad de medidas unilaterales en países como Argentina.
Lo cierto es que los desafíos tributarios son cada vez mayores. La rápida evolución tecnológica ha transformado la forma en que las empresas operan y generan ingresos, lo que ha llevado a replantearse las normativas fiscales existentes. En este contexto, es necesario abordar los aspectos relacionados con la tributación en la era digital y entender cómo los modelos de negocios digitales, como Google, Apple, Amazon y Facebook, han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, convirtiéndose en las empresas más valiosas del mercado.
A nivel internacional, se han realizado esfuerzos para abordar estos desafíos. Uno de ellos es el proyecto BEPS (Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios) promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en colaboración con el G20, la CELAC y el CRIC. Este proyecto reconoce la importancia de las jurisdicciones donde se localiza el mercado y los usuarios, así como donde se genera la actividad económica subyacente y el valor. Como resultado, se ha cuestionado el principio de territorialidad, que establece que solo los países donde una empresa tiene una presencia física pueden gravar sus beneficios.
La OCDE ha trabajado en la regulación de las operaciones digitales desde 2013 y ha logrado un acuerdo multilateral en 2021. Este acuerdo propone dos pilares. El primer pilar busca distribuir la base imponible mundial, considerando la renta de las empresas multinacionales y asignando una parte de esta renta a los países donde operan. El segundo pilar establece un impuesto mínimo global para contrarrestar los paraísos fiscales y asegurar que las empresas paguen un impuesto mínimo, incluso si el país de origen tiene tasas impositivas más bajas.
Antes de llegar a este acuerdo, varios países han aplicado impuestos a los servicios digitales de diferentes maneras. Algunos han establecido impuestos específicos sobre los ingresos brutos de las empresas digitales, mientras que otros han implementado retenciones en los servicios que se prestan desde el exterior. Por ejemplo, Uruguay grava los servicios de intermediación y los medios audiovisuales, como Netflix y Amazon.
El acuerdo de los dos pilares es importante, ya que busca lograr consensos internacionales en un cambio de paradigma tributario. Sin embargo, su implementación y aceptación plena todavía presentan desafíos. La distribución de la base imponible mundial y la asignación de poder tributario a los países de consumo plantean dificultades en términos de equidad y aceptación por parte de los países más desarrollados.
En el caso de Argentina, se han realizado esfuerzos para adaptarse a esta nueva realidad tributaria. En el año 2017, se propuso un proyecto de ley para gravar la economía digital, pero no prosperó. En 2018, se intentó nuevamente con una reforma que tampoco tuvo éxito. Actualmente, Argentina grava estos servicios a través del impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto país, pero no ha implementado medidas unilaterales como otros países de la región.
En conclusión, los desafíos tributarios en la era digital son una preocupación global. El acuerdo multilateral de los dos pilares propuesto por la OCDE busca abordar estos desafíos y establecer un sistema tributario más equitativo y justo. Sin embargo, su implementación y aceptación plena siguen siendo objeto de debate. Es importante que los países encuentren soluciones adecuadas y adopten medidas unilaterales en espera de un consenso internacional. Argentina, al igual que otros países, debe buscar formas de adaptarse a esta nueva realidad tributaria y establecer medidas que permitan gravar los servicios digitales de manera justa y progresiva, evitando una carga excesiva para los contribuyentes finales.