Liderazgo de equipo en tiempos de crisis
Daniel Tristezza, actual profesor y ex director de la Lic. en Administración de Empresas, presenta una historia real de supervivencia.
Peter Senge escribió en el libro La Quinta Disciplina que: “Las primordiales amenazas para nuestra supervivencia, tanto de nuestras organizaciones como de nuestras sociedades, no vienen de hechos repentinos sino de procesos lentos y graduales”, reflexión muy acertada sin duda, pero en esta oportunidad no se cumplió. Esta crisis que ha impactado duramente en las finanzas de las empresas y las personas humanas, debido a la cuarentena obligatoria implentada por el gobierno argentino como respuesta al COVID-19, fue imprevisible y sin tiempo para diseñar una planificación de contigencia para mitigar el impacto negativo.
Claro que existen organizaciones que cuentan con recursos para enfrentar esta crisis, pero hay muchas otras que no, la tormenta nos sorprendió, por lo tanto hay que tomar decisiones cruciales para garantizar la supervivencia y es conveniente, en la medida de lo posible, no tomarlas en soledad. Chris Argyris dijo: “La mayoría de los equipos ceden bajo presión. El equipo puede funcionar muy bien con problemas rutinarios, pero cuando enfrenta problemas complejos que pueden ser embarazosos o amenazadores, el espíritu de equipo se va al diablo”, por eso planteo los siguientes interrogantes:
- ¿Están preparados los directores, gerentes y mandos medios de las organizaciones para liderar sus equipos en tiempos de crisis?
- ¿Tienen un contacto frecuente y de apoyo con las personas para mantener el ánimo ante este contexto de incertidumbre?
- ¿Hacen participar a los integrantes de sus equipos en el análisis de los problemas y la búsqueda de soluciones, aun ante la dificultad de reunirse personalmente?
Voy a contar una historia que me tocó observar como profesional externo en la filial de una empresa multinacional durante una de las crisis más profundas de la economía argentina, que por razones de confidencialidad no voy a nombrar, ni a la empresa que la llamaré Compañía ni a su líder que le pondré el nombre de Humberto, quien ocupaba en ese entonces el cargo de gerente general.
Un cambio en la politica macroeconómica de ese momento paralizó las operaciones de Compañía ante la imposibilidad de lograr el abastecimiento de su materia prima esencial para su proceso productivo.
Humberto tenía instrucciones de la casa matriz de lograr el punto de equilibrio en un plazo de seis meses, de lo contrario, cerrarían la filial en el pais. Dicho objetivo no era sencillo de lograr teniendo cuenta la recesión económica imperante y con la planta industrial sin posibilidad de producir, tal circunstancia tuvo un impacto muy negativo en el ánimo de todos los empleados ante una alta posibilidad de perder sus empleos.
Entonces quiero destacar tres cosas que implementó Humberto en ese momento que las podría llamar: Apoyo, Participación y Elogio.
- Apoyo: Todos los días antes de ir directamente a su oficina pasaba un tiempo conversando con los empleados de los distintos departamentos, tomaba mate con ellos, hablaban de sus familias, de sus proyectos, etc., y dentro de la gravedad de la situación les dejaba mensajes positivos con la confianza de que todos juntos iban a superar las dificultades.
- Participación: Armó distintos equipos de trabajo y nombró un líder para cada uno de ellos, con la consigna que analizaran la situación y buscaran alternativas para superar la crisis utilizando el método de los Seis Sombreros para Pensar de Edward de Bono. Todas las personas en los diferentes grupos se ponían el sombrero rojo para expresar sus emociones y miedos, el sombrero negro para comentar los puntos negativos, el sombrero blanco para analizar los hechos y números, el sombrero amarillo para destacar los puntos positivos y el sombrero verde para generar nuevas ideas y alternativas para superar la crisis de Compañía. Es así como una de las tantas soluciones para generar ingresos, fue concretar alianzas con otras empresas que tenían productos relacionados para que la fuerza de ventas de Compañía pudiera comercializarlos a través de su canal comercial.
- Elogio: No ahorró elogios ni pequeñas recompensas para premiar el resultado de los equipos.
Compañía sigue operando en el país y no he tenido más noticias de Humberto quien considero ejerció un liderazgo eficaz para tiempos de crisis.
Por Daniel Tristezza
danielhumberto.tristezza@ean. edu.ar