Tecnología en los negocios y su vínculo con la Economía Naranja: Un gran presente con un desafiante futuro
La tecnología y su constante innovación conforman uno de los pilares del crecimiento de las economías. En ese sentido, la economía naranja se nutre e incorpora la tecnología como un insumo fundamental en el proceso creativo. Sin embargo, la velocidad del avance tecnológico y la innovación pone en alerta algunos aspectos sensibles en este proceso, como, por ejemplo, la originalidad de lo creado.
La tecnología se introduce en todos los ámbitos de la economía, tal como puede ser la innovación en el sector de la industria de la moda, haciendo uso de la tecnología para lograr telas con propiedades especiales con gran versatilidad y durabilidad. Claramente, el menú de adopción aplica a una amplia gama de sectores, yendo desde la digitalización de fotografías hasta el diagnóstico y tratamiento en cuestiones de salud.
Tomando en consideración cómo la economía naranja se divide en dos grandes grupos -la industria cultural y la economía del conocimiento-, la tecnología pone en relieve la generación de negocios para la industria del arte, el entretenimiento, la publicidad o la gastronomía, pero también sobre los aspectos que se refieren al sector de la educación, la investigación y desarrollo, entre otros.
El pasado 26 de noviembre en la Universidad Escuela Argentina de Negocios (UEAN) se desarrolló la Jornada Internacional de Economía Naranja (JIEN), evento coorganizado por la UEAN y la Cámara Argentina de Empresarios Culturales (CAEC). En ella, una de las mesas temáticas presentadas se refirió a la "Tecnología en los negocio", contando como oradores a Martín Moratona (ECO Valores), María Pía Bernardo (CAEC y Consultora Independiente) y María Balsa Cadenas (CAEC Uruguay). Cada uno de ellos, especialistas en diferentes temas, tenían en común cómo el avance de la tecnología y la innovación en cada una de sus áreas, contribuía de manera significativa a la generación de negocios. Fernanda Miccoli, directora de las licenciaturas en Negocios en Internet y Tecnología Informática en UEAN fue la moderadora de esta mesa.
La mesa inició con Martín Moratona quien expuso cómo el protocolo API (Application Programming Interface) ayuda a conectar diferentes bases de datos para lograr productos personalizados para cada cliente en el rubro financiero. De este modo, los sistemas pueden "conversar en idioma API" observando toda la información que es recopilada desde diferentes fuentes. Esto permite contar con un nivel de detalle de gran alcance y, mediante esta tecnología, brindar al sistema financiero una comunicación directa con el cliente, traduciéndose en recomendaciones de inversiones, alertas de mercado bursátil, personalización de recomendaciones según el perfil del inversor.
María Pía Bernardo presentó el uso de la tecnología de drones aplicadas a mejoras directas en diferentes sectores económicos. Sin lugar a dudas las ventajas que brinda esta acción son significativas, sin embargo, existe un desafío por parte de las políticas públicas para facilitar el crecimiento del uso masivo de drones. Es importante que la política acompañe los tiempos de los avances tecnológicos a fin de que no se pierdan oportunidades, tanto para la generación de negocios, como también para el uso eficiente que pueden representar en situaciones extremas. Por ejemplo, cuando acontece una situación de peligro, como puede ser un incendio, los drones pueden ayudar a gestionar los riesgos, preservando la vida de personas y también aspectos de patrimonios culturales, por ser mucho más ágiles en espacios reducidos. Asimismo, se pone en relevancia otros aspectos que se pueden generar con drones y hacen a la mejora de experiencias del usuario, como ser el servicio de envío a domicilio de paquetes, y otros aspectos de belleza cultural como el espectáculo de drones iluminados que coordinadamente pueden crear figuras.
La tercera oradora, María Balsa Cadenas, centró su presentación en las industrias creativas en la era de inteligencia artificial generativa. El proceso de creación en manos de la IA abre las puertas al desafío de la gestión de derechos, por ejemplo, cuando una obra fue creada completamente por IA. Al momento de establecer un banco de imágenes creadas por IA junto a otro banco de imágenes no creadas por IA, la generación de nuevas piezas culturales puede enfrentar conflictos al momento de intentar identificar su grado de originalidad. Si un producto viola algún derecho de propiedad, debería ser el mismo sistema el que pueda detectar los datos con los que fue entrenado y determinar el tipo de licencia o permisos para tal fin. En estos casos, la creación de negocios que puede representar la IA generativa, también conlleva el potencial peligro sobre el grado de originalidad de una pieza, en definitiva, ¿cómo se podrá garantizar que, en una grabación, una persona sea ella misma hablando sobre un tema del cuál se supone tiene el conocimiento adecuado para brindar una recomendación?
Sin lugar a dudas, la economía naranja representa un mercado donde la fuerza de la creatividad e imaginación serán predominantes por sobre otras habilidades. La tecnología acepta el desafío y brinda las herramientas para potenciar la creatividad, sin embargo, al mismo tiempo alerta sobre desafíos que miran de cerca a la originalidad y la robustez sobre las decisiones que de ella se derivan.