Los desafíos de la "Década de Acción"
Hace un año, en la cumbre de Naciones Unidas, el secretario general, Antonio Guterres, manifestaba que "el crecimiento desigual y el aumento de las tensiones en el comercio mundial" estaban complicando la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y realizaba, en este sentido, un urgente llamamiento a aumentar la ambición en materia de financiamiento al desarrollo.
Un año después, y en momentos donde estamos dando inicio a la llamada "Década de Acción", para alcanzar dichos Objetivos, las condiciones son aún más desfavorables, producto de los graves impactos de la pandemia covid-19 en la economía y los indicadores sociales y ambientales.
Las estimaciones de la ONU muestran un impacto muy negativo en prácticamente todos los ODS. Los efectos de la pandemia han saturado los sistemas de salud de varios países del mundo, causado el cierre temporal de empresas y fábricas, con la consecuente suba del desempleo, ha alejado de las aulas a más de 1.600 millones de alumnos y ha impactado en las cadenas de valor globales y el suministro de productos.
Como consecuencia de ello, se estima que, entre el 30% y el 50% de los ODS, fueron o serán impactados muy negativamente, entre ellos por supuesto, el 1, de "fin de la pobreza", el 2 de "hambre cero" y el 10 de "reducción de las desigualdades".
Por primera vez, en 20 años, se incrementó la población que vive en pobreza extrema y, el Programa de Alimentos de la ONU, afirmó que podría duplicarse el número de personas en crisis alimentaria.
En materia ambiental, la crisis climática continúa también a paso firme. Según la ONU, las emisiones globales de dióxido de carbono podrían caer este año un 6%. Pero es un descenso que, no solo que es insuficiente, sino que además es insostenible, ya que no es producto de un cambio en el paradigma productivo sino de un circunstancial freno industrial. Para muestra de la continuidad de los graves efectos de la crisis climática, el pasado mes mayo ha vuelto a romper récords en materia de temperatura, ubicándose como el más cálido de la historia.
Esto nos señala muy claramente que se agotó el tiempo del discurso o el marketing verde, y en el actual contexto es urgente profundizar en 2021 la acción en el camino hacia una economía circular, las energías limpias y renovables, la reconversión productiva y un compromiso pleno con la Agenda de Desarrollo Sostenible, que nos permita no solo superar la actual coronacrisis, sino incluso evitar otras futuras.
Por Julián D'Angelo. Director Ejecutivo Centro de Estudios en Desarrollo Sostenible de EAN.
Fuente: Ambito.com