"La ética nos ayuda a identificar que el problema del mundo de los negocios no es técnico, sino de rumbo"
Leonel Sebastián Chavarría, profesional de la UNAM, advierte sobre el nuevo rumbo que deben tomar los negocios y el rol de las universidades en la formación de alumnos emprendedores y socialmente responsables.
A pocas horas de presentarse en el Seminario Internacional de Management, Economía y Finanzas – Simef 2020 (organizado por UAI y auspiciado por EAN), Leonel Sebastián Chavarría –Investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e invitado especial al mencionado evento por EAN- reflexionó sobre la necesidad de reorientar los negocios a nivel mundial y dotarlos de un carácter que contemple la eticidad.
EAN: ¿Qué tópico tratará la presentación que exhibirá en el Simef 2020?
Leonel Sebastián Chavarría (LSC): Mi presentación se denomina “Emprendimiento Social. Una nueva eticidad para el mundo empresarial”. Cuando digo eticidad me refiero a una nueva ética de la vida. Hoy en día no puede haber escuela de negocios que no aborde la responsabilidad social o los objetivos de desarrollo sostenible.
En otros tiempos, Theodore Levitt publicó su artículo "The Dangers of Social Responsibility" (1958) donde nace la frase business are business. Posteriormente, en 1970 en el debate académico y empresarial, Milton Friedman señaló que la única responsabilidad de los negocios es incrementar sus utilidades. Ambas opiniones marcaron una ética: hacer negocios es bueno. Sin embargo, hoy en día lo éticamente bueno es hacer negocios, pero con visión social y ecológica.
EAN: Según su opinión ¿que generó la pandemia como hecho histórico?
LSC: Muchas cosas. Una de ellas es la vulnerabilidad de los seres humanos. La pandemia dejó en evidencia que necesitamos sistemas económicos globales, pero también regionales. Si algún día falla alguno, está el otro. Hay cosas muy criticables, pero también muy benéficas de la globalización. En este sentido, es necesario buscar el equilibro y no ir de un extremo al otro en busca de lo absoluto. Hegel –uno de los filósofos menos comprendidos de la historia- lo explica muy bien a través de los conceptos tesis y antítesis. Por otro lado, entiendo también que esta pandemia nos hizo reflexionar sobre la manera en la que entendemos el progreso y la necesidad de establecer una nueva concepción del mismo.
EAN: ¿Qué le recomendaría a una persona que quiere iniciarse en el mundo de los negocios teniendo en cuenta lo dicho anteriormente?
LSC: Desde el punto de vista emprendedor, debería tener muy en claro la necesidad que quiere resolver. Le sugiero que todos los conocimientos que adquiera en la universidad los lleve a la par de entender la importancia de la búsqueda de personas claves de éxito. Deberá generar vínculos que puedan ser sus aliados como socios, asesores o consultores. En un mundo tal convulsionado como en el que estamos ahora emprender un negocio es una labor quijotesca. Es muy cuesta arriba, pero también necesaria. Estoy convencido que los alumnos de ciencias económicas encuentran su motivación en la necesidad de generar progreso y bien común. Tienen que buscar en el negocio que quieren emprender quién ha sido exitoso y rodearse de esa red de contactos. Esto no se dice en los libros, pero sí lo ves en la experiencia de cada empredendor.
EAN: ¿Cómo entiende el papel de las universidades en el asesoramiento de empresas familiares?
LSC: Yo creo que las universidades deberían ofrecer muchas capacitaciones sobre negocios familiares. Es un reto importante. No es nada sencillo la subsistencia de un negocio de generación a generación. El primer paso no es demasiado problemático, ya que los hijos mantienen lazos muy afectivos con sus padres, pero cuando en el negocio incide la otra generación venidera el peligro es mucho mayor y puede llevar a la desaparición de la empresa. En este punto, tiene que intervenir la responsabilidad social de las universidades.
EAN: ¿Cómo ve el desarrollo empresarial en México?
LSC: Una de las principales fortalezas de México es el número poblacional y nuestro vínculo con Estados Unidos, considerada una de las potencias económicas más grandes del planeta. El Tratado de Libre Comercio (TLC) ha ayudado mucho al desarrollo del país. El desafío de México consiste en abrir nuevos mercados de exportación y no depender tanto de un solo mercado. Me parece que hay un enorme potencial para construir alianzas comerciales en América Latina. Volviendo a la responsabilidad de las universidades, hay que generar empresarios de Estado, y no solo de mercado. Sería bueno para todas las sociedades que generen estrategias que consoliden el desarrollo económico de cada país.
EAN: En definitiva, ¿en qué nos puede ayudar la ética?
LSC: Actualmente, creo que no es muy bien entendida la ética en el mundo de los negocios. La esencia del problema no es la técnica, sino el rumbo. La ética nos ayuda a cobrar conciencia y no podemos olvidar la importancia de esta materia. Esta es una de las reflexionas que compartiré mañana en el Simef 2020.
Por Martín Valle.