Covid-19: ¿Qué se espera de “La Nueva Normalidad”?
Gabriel Heinze y Juan Pugni -representantes de Insigths Beacon- identificaron los principales cambios que impulsó el coronavirus y proponen herramientas para medir el trabajo remoto durante y post pandemia.
A las 17.30 H comenzó ayer el cuarto encuentro del ciclo Charlas con Especialistas que organiza EAN atento a los cambios que plantea el coronavirus y sus consecuencias en diversos ámbitos de todas las industrias.
En esta oportunidad, Gabriel Heinze -docente de EAN y fundador-director de Desarrollo Organizacional y de Liderazgo de Insights Beacon Inc.- y Juan Pugni -consultor asociado en Excelencia Organizacional- presentaron “Trabajo remoto: el otro costado del Covid-19 para el ámbito laboral”.
Antes de comenzar con la charla, los oradores quisieron conocer un poco acerca de los participantes presentes, por lo cual recurrieron a la plataforma Mentimeter para realizar en vivo una breve encuesta. A través de esta interacción, lograron identificar las áreas de trabajo de cada uno de los oyentes virtuales y cuáles eran las principales dudas que necesitan resolver una vez finalizada la charla.
Seguidamente, comenzaron con la presentación que demostraba a simple vista cinco pilares claves que instaló el coronavirus.
- El impulso hacía la digitalización de muchos procesos laborales.
- El desarrollo de canales digitales de ventas.
- Un plan para convertir costos fijos en variables.
- El análisis de la rentabilidad por línea de productos o servicio.
- La evaluación de modelos de trabajo remoto para incrementar la productividad.
En este contexto, fue necesario definir primero qué entendemos por trabajo remoto. Y su definición la encontramos en sus propias características, a saber: un trabajo que no requiere presencia física, que se plantea sin fronteras, que requiere una organización flexible, que puede ser de tiempo completo o parcial, pero que al mismo tiempo no significa trabajar cuando puedo o quiero.
Sin lugar a dudas, este modelo de trabajo genera una serie de desafíos tanto para la empresa como para el trabajador. A continuación, los detallamos:
DESAFÍOS PARA LA EMPRESA | DESAFÍOS PARA EL TRABAJADOR |
Tendencia a menor comunicación. | Organizar los horarios laborales y personales. |
Menor participación y comunicación informal. | Establecer códigos familiares para trabajar sin interrupciones. |
Percepción de menor identificación/lealtad del empleado. | Crear un espacio acondicionado adecuadamente. |
Sensación de falta de control. | Sensación de incertidumbre sobre a quién acudir y cómo. |
Fuente: Insights Beacon.
De acuerdo a nuestra propia experiencia como empleadores o empleador podemos también reconocer los beneficios que instala el trabajo remoto en mayor o menor medida. En cuanto a las empresas, registran una reducción de gastos -principalemente- en servicios, un mejor aprovechamiento de los puestos laborales y una menor utilización de los recursos en el control de los empleados, entre otros. Por su parte, el empleado puede obtener una mayor eficiencia en el uso del tiempo para cada tarea y denotar así un incremento en la productividad, tener menos gastos en traslados y poder coinciliar la vida familiar y laboral, entre otros beneficios.
Luego, los expertos se abocaron a retratar y analizar las principales dimensiones que impactan en la efectividad del trabajo remoto, ellas son: INFRAESTRUCTURA, ENTORNO, HERRAMIENTAS, PERSONAS, MÉTODO y MEDICIÓN. Si bien, todas las variables son interesantes para el estudio del factor humano, la variable PERSONAS requiere una vista destacada. En esa caso, Heinze y Pugni, proponen el siguiente esquema:
En los minutos finales de la charla -tal como sucedió en otros encuentros del ciclo- los profesionales respondieron todas las preguntas de los participantes, quienes quedaron muy interesados con la presentación y ansiosos por obternerla. El encuentro también contó con la participación de la Lic. Cecilia Pedró, directora de la Lic. en Dirección del Factor Humano, carrera que ideó la charla.
Por Martín Valle.